miércoles, 25 de marzo de 2015

Conflicto de reglas. O ¿dónde te has metido macho?

Os lo devolvemos vivo, es demasiado coñazo como para tenerlo con nosotros
Bueno chavales ¿me habéis echado de menos? Para aquellos que os preguntéis que donde he estado este tiempo, que con casi total seguridad no sois ninguno. He tenido un pequeño problema con mi ordenador. Una rotura de pantalla para ser exactos. La cuestión es que el mensajero ha tardado mas de 3 semanas en traerme la puñetera pantalla, así que me he pasado una buena temporada en la edad de piedra sin ordenador.

Dicho esto lo primero, pediros disculpas a los seguidores por la ausencia y agradecer a papi Borgeos por encargarse de cubrirme estos días. Me comprometo públicamente a invitarlo a una jarra de cerveza helada.

Una vez dadas las explicaciones, pedidas las disculpas y dados los agradecimientos ¿de que vamos a hablar hoy? Pues la verdad, mi primera intención era cagarme en los no muertos de la empresa de mensajería que le tocara traerme la pantalla de mi PC, pero como el psiquiatra me ha dicho que no es bueno canalizar de esa manera mi ira, así que voy a hablaros sobre conflictos de reglas.

Creo que casi todos hemos jugado alguna vez a un juego con reglas complejas. Y el que no pues habrá llegado aquí por casualidad y no sabe donde se ha metido. Estos juegos en general tienen un sistema de reglas que se aplican a según que casos y que en ocasiones son tantas que unas se contradicen a otras. Esta contradicción es lo que se llama un conflicto entre reglas.

Os pongo un ejemplo para que lo veáis claro:

Regla 1: No se puede activar una carta en el turno en el que se juega.

Regla 2: Prisa: La carta puede activarse en el turno en el que se juega.

Estas dos reglas en principio están conflicto. Una de ellas dice que se puede activar la carta en el turno que se juega y la otra dice que no. ¿Como resolvemos esto? Lo mas común es emplear un sistema de jerarquía de reglas, es decir.  Establecer, en caso de conflicto, que regla tiene prioridad. Lo recomendable es siempre que la regla particular o especifica tenga prioridad sobre la general.

Esto normalmente soluciona bien el problema, pero a veces pueden existir conflictos en reglas al mismo nivel. Por ello en conveniente tomar una precaución adicional a la hora de redactar reglas. Jamas uséis números absolutos en las reglas particulares. Si una regla modifica una regla general (añadiendo dados, o haciendo que se resuelvan de diferente manera) toma la general como base y aplica modificadores. Es decir, usa expresiones como "con un dado adicional", "con un modificador de +2", "descarta un dado", "con un dado menos", en lugar de poner "con 4 dados", "como si tuviese un atributo de 10", etc. Esto nos permite que en caso de conflicto podamos aplicar varios modificadores a la vez eliminando el conflicto de que una tirada se realice con un numero diferente de dados al mismo tiempo o que un atributo tenga varios valores simultáneos.

Has vuelto a usar alzar a los muertos sobre un elfo ¿verdad?

Por ultimo siempre conviene tener un salvavidas por si se escapa algo de nuestro control. Un sistema de desempate para los casos de conflictos que no hayamos detectado y mientras los corregimos. Esto es, el famoso a 4+. Es una chapuza, pero nos salva de apuros a veces.

Un ejemplo de esto bastante llamativo nos lo encontramos en warhammer fantasy hace un tiempo y la verdad trajo cola hasta que GW decidió sacar una FAQ para aclararlo.

Las reglas eran las siguientes:

Por un lado el libro de Hombres Lagarto decía en la regla sangre fría "cuando la unidad realice un chequeo de liderazgo lanza 3 dados y descarta el resultado mas alto".

Y por otro el libro de Reyes Funerarios en el arca de las almas decía "La unidad objetivo realizara un chequeo de liderazgo con 3 dados y descartara el resultado mas bajo [...]"

¿Como resolvemos el conflicto? Las dos reglas tienen la misma posición en la jerarquía (son reglas particulares) por lo que debemos aplicar las dos. Dejad en los comentarios como lo resolveríais vosotros, porque es un debate interesante.

La cuestión es que este conflicto era muy sencillo evitarlo, simplemente en vez de poner en las reglas "tres dados" ponemos "con un dado adicional" y se acabo el conflicto, tiramos dos dados adicionales y descartamos el más alto y el más bajo. Era simple, era sencillo y sin embargo GW decidió cagarla.

Finalmente la solución que dio mediante FAQ, en vez de modificar las reglas que hubiese sido lo lógico, fue la de tirar 4 dados y descartar el mayor y el menor. La misma solución que se habría obtenido modificando las reglas para que aplicar modificadores pero hecho de forma chapucera y absurda, ya que en el único punto en el que ambas reglas están de acuerdo era en el hecho de tirar 3 dados que es precisamente lo que la FAQ (sin modificar previamente la regla) dice que no hay hacer.

Y eso es todo por el momento...

sábado, 21 de marzo de 2015

Desafío del Cadáver Exquisito II. O este agujero es más macabro de lo que pensaba.

Mis compañeros en La Casa están desaparecidos. El otro día vi como +Dorian Vizsnic entraba en su habitación con un libro antiguo y desde entonces no ha salido. De su habitación sale un profundo olor a pescado podrido. 

Voy a recoger el guante lanzado por +Dorian Vizsnic en ESTA entrada. Aprovecharé para escribir un relato.La idea que tenía para continuar esto se ha ido degenerando hasta puntos inimaginables. Bueno, inimaginables no, porque yo me lo he imaginado.


"Por mucho que dijesen mis mapas, yo tenía la sensación de llevar días perdido. Pensaba que nunca encontraría esas ruinas. De hecho, pensaba que hallaría finalmente mi muerte entre esas arenas vacías. Pero, y como siempre me ha pasado, la Divina Señora de la Suerte me sonrió en el momento adecuado, aunque os juro por el resto de los Dioses que preferiría que su sonrisa hubiese sido menos macabra.
Resbalé y caí. La arena tapaba el orificio de entrada y, aunque el orificio en el suelo estuviese al descubierto, tuviese señalizaciones y una veintena de banshees me estuviesen gritando al oído 'oye, mira, que si sigues andando te vas a caer,' el despojo de persona que era yo mismo en ese momento hubiese caído igual.
Más por puro instinto que por consciencia logré agarrarme a un cago que pendía del techo. Fue entonces cuando la realidad me golpeó en la cara. Después de tanto andar, después de haber abrazado mi fatídico destino, por fin había encontrado las ruinas de Sirphé. El corazón me daba saltos de alegría en el pecho.
Pese a mi falta de fuerzas logré descolgarme hasta la primera terraza. Entonces vi en su plenitud la estructura. Se trataba una especie de cúpula subterránea dividida en terrazas concéntricas que descendían formando una espiral en sus paredes. Del orificio por el que me había precipitado colgaban un sinfín de cuerdas putrefactas y secas, y las terrazas estaban custodiadas por extrañas esculturas de adobe que me miraban con caras sin rasgos. Para un arqueólogo como yo, se trataba de un descubrimiento increíble. No duré demasiado en comenzar mi descenso, pese a la falta de fuerzas. Una pena que no descubriese hasta el final lo que en esas ruinas me esperaba.
En la base de la edificación se levantaba una pirámide. Empecé a extrañarme, por ahora, todo el complejo tenía poco o nada que ver con lo que se suponía que era la cultura de Sirphé. Y cuanto más me acercaba a esa pirámide, más se me revolvían las tripas, pues en su punto álgido encontré un sinfín de restos humanos despedazados, y lo que indudablemente eran manchas de sangre reseca."

Y aquí lo voy a dejar, me temo. Que siga otro.

Borgeos.

martes, 17 de marzo de 2015

Continuidad en el tiempo. O tirar muchos dados muchas veces.

Pese a vivir en la misma Casa, hace días que no veo a Rabangito.

Preferimos que nos lo entreguéis vivo.

No voy a empezar hablando de nada relacionado con el mundo del rol. Voy a empezar hablando sobre cómo, hará cosa de una semana, en el taller, empecé una reparación muy bien. Pero, conforme iba avanzando el trabajo, la reparación se torció cada vez más hasta el punto de que tuve que deshacer todo lo trabajado y empezar de cero. Y, pese a que asumo orgulloso parte de la culpa, tengo que culpar también a mi compañero, que fue un patán y nos retrasó muchísimo.

Y hasta aquí la anécdota. Esa mañana me dio para pensar un rato largo. ¿Qué salió mal? Salió mal que, conforme pasaba el tiempo, me iba desconcentrando más. Era una tarea que sabía hacer, pero que se me torció. ¿Y por qué no llevar esto a nuestro mundo del rol? ¿Pero cómo? Y ahí estaba yo, dándole vueltas al tema, hasta que hace un par de días mi buen amigo +Dorian Vizsnic me vino a comentar lo mismo. Un pensamiento que surgió en nuestras mentes de manera casi simultanea. Muy bonito, no homo. ¿Y a dónde llegamos? Pues a que nos deberíamos tomar más en serio el paso del tiempo en el desarrollo de una prueba de habilidad. Básicamente: hacer una continuación de tiradas para según qué pruebas de habilidad. El problema que nos encontramos es, ¿qué pruebas si merecen esta continuación de tiradas y qué pruebas no?

La respuesta la encontramos en la continuación en el tiempo. Una acción como podría ser recordar (o saber) algo, es instantánea. O lo sabes o no. Lo mismo pasa con las habilidades de la rama de la percepción, donde se decide si el personaje se da cuenta de ese asesino que ha doblado la esquina en un momento determinado y finito en el tiempo. Pero, ¿qué pasa con las acciones continuadas en el tiempo, como podrían ser trepar, falsificar un documento e incluso interpretar una canción? ¿También vale solo una tirada? Un hombre sensato diría que sí, que con una tirada sobra. No. Una tirada no es suficiente. Algo que empieza bien puede no terminar bien. Y eso os lo puede decir cualquiera que sea músico o sufra de eyaculación precoz.

A ver si adivináis qué acción continuada fallaron aquí.

Luego está el problema de cómo contabilizar cuánto tiempo pasa para que una prueba de habilidad requiera diferentes tiradas. Centrándonos en el caso concreto de trepar, no es lo mismo superar un pequeño muro que hacer una escalada. Un claro caso de acción instantánea y acción continuada. Creo que queda bastante claro que el problema no los encontramos en las habilidades, sino en la acción a realizar. A ver, que no podemos englobar unas habilidades como inmediatas y otras como continuadas porque se pueden dar diferentes casos para el uso de una misma habilidad.

La siguiente contrariedad es el número de tiradas necesarias para superar un desafío continuado. Aquí viene el problema padre: ¿Cuántas veces vamos a hacer tirar dados a nuestros jugadores? ¿Siempre con la misma dificultad? ¿Bonificamos las tiradas excepcionalmente buenas? Llegados a este punto, ni siquiera yo sé responder correctamente a estas preguntas. Supongo que es cuestión de los gustos y preferencias del Director de turno. Con respecto a cuántas veces tirar, yo diría que depende del desafío a enfrentar. Si tomamos estas pruebas de habilidad como un combate por turnos, podríamos cuantificar cuántos turnos han de superarse para completar la prueba. Y, por tanto, podríamos hacer que cada turno equivaliese a una tirada. Creo que esta forma es la más sencilla de afrontar estos desafíos o pruebas continuadas en el tiempo. ¿Las dificultades? Pues aquí yo diría que deberían ser variables. En una escalada, al igual que en la interpretación de una canción, hay tramos más difíciles que otros. Pero supongo que también depende del caso, pues nadar en una piscina, por ejemplo, si debería tener una dificultad fija por razones obvias que no me voy a parar a mentar. Finalmente, nos encontramos con el tema de las bonificaciones. Si en la tirada anterior el jugador consigue completar la tarea con éxito, hay quien diría que un éxito tan grande le ayuda a superar la siguiente dificultad con un bono de tal o cual. Pero eso es para Directores benévolos. Yo, por mi parte, digo que no. Pero, al igual que con las otras dos incógnitas, depende al final de los gustos particulares de quien dirija. Y no voy a meterme en ese percal, que después me tacháis de opresor.

Otro día, con más tiempo, os comentaré el tema de las ayudas en las pruebas de habilidad. Por mi situación personal actual, me estoy dando cuenta que tener un compañero que te ayude a hacer algo no siempre es bueno. Pero eso son letras de otra publicación, porque esto es un blog y no una panadería.

Borgeos.

sábado, 14 de marzo de 2015

Desafío del Cadáver Exquisito I. O Un agujero en el desierto.

Desafío, sí; habéis leído bien. Me subo al carro de los blogs que proponen cosas random para que la gente le de a la imaginación. Y ya de paso para que no penséis que lo que escribí del cadáver exquisito era todo especulación. Aquí dejo un bocetillo que hice en pleno aburrimiento. Espero que tanto mis compañeros de Casa (esos que se duchan en el gimnasio para no pagar factura de la luz) como todo que lea ésto se anime.

Ya me estoy viendo a Aladdin trayendo los bartulos para adueñarse del garito.

viernes, 6 de marzo de 2015

Pensamientos de Director. O la vida vale más que el oro.

A veces creo que estoy hablando solo. Debería dedicarme al monólogo. 

Un joven ingenuo sale de casa a un edad demasiado temprana, cargado con la espada de su abuelo y una chaquetilla de cuero que se ha comprado por el sueldo de tres meses de duro trabajo labriego. Meses más tarde, el pobre chalado la palma por no tener la menor idea de cómo manejar una espada y, mucho menos, como acabar con un trol. El joven que escapó de la granja ahora es un amasijo de huesos y carne triturada bajo la gran maza de un trol bonachón.  Todo son llantos, y todo por un puñado de monedas de oro.

Hay que pagar el peaje,  señores. 

Luego está el chaval un poco más listo que, en lugar de lanzarse solo a la aventura, se busca primero un grupo de colegas que le echen una mano. Aun así,  muchos mueren por un oro que quizás no necesiten. Y así se suceden una aventura y otra. Hombrecillos de extraña índole que se alistan a mil grupos mercenarios para enfrentarse a los peligros de un mundo siempre peligroso.

Como director, este esquema me aburre. Sobre todo después de haberle dado tantas oportunidades. Pensando y pensando he llegado a la conclusión de que lo que más me aburrían eran los personajes,  que acababan siendo creaciones clónicas sin más intención en sus mentes que la de llenar su bolsa. Y eso está feo también.

He llegado a preocuparme intentando mejorar esta actitud en mis jugadores. No es problema mio, ni de mis historias. El problema es que la concepción del personaje empieza de forma errónea. Sobre todo porque no saben a que se van a enfrentar de antemano. Y como ese aspecto, esa sorpresa de la historia, si me gusta, decidí atacar por otra parte. Y es que, ¿qué preocupa a un jugador más que la riqueza de su personaje? Pues que su personaje sobreviva. Ya que no puedo evitar la avaricia de mis jugadores, al menos a viveros su instinto más básico.  Y cuando la historia que se juega esta centrada en que nuestros jugadores son el objetivo de medio mundo, los enemigos públicos número 1, uno, como director, se encuentra con muchas facilidades.  La creación de enemigos surge de manera casi instantánea.  Los que sean inocentes se encontrarán a sí mismos intentando limpiar su nombre, nadie querrá nunca pasar demasiado tiempo en el mismo sitio, y la desconfianza se instaura cómo nuevo orden.

Personalmente me gusta esta nueva partida que me he sacado de la manga. Me gusta este nuevo enfoque que hemos encontrado mis jugadores y yo. Y, me gusta tanto, que quizás me atreva a haceros actual plays de toda esta aventura. La Flor de los Pétalos Dorados, que se llama. Estad atentos a nuevas actualizaciones con ese nombre, y tomaos este artículo como una premier,  un avance, pura publicidad. O, bueno, como un zurullo. Estáis en vuestro derecho.

Borgeos. 

lunes, 2 de marzo de 2015

Fricomanía: colgante rolero. O Prerrequisitos: Artesanía 3 rangos

El origen de esta historia surge hace mucho, mucho tiempo. Muchísimo, en serio. Cuando conoces a una VIP no friki tu mayor deseo es convertirla, corromperla. Que toque unos dados, jugar a un par de fillers, etcétera. En mi caso empecé más o menos con un:
-Elige un dado.
-Ese, el morado translúcido.
-Un d20, chachi. Este dado obtiene muy buenos resultados. :’[
Pero entretenidos en otros quehaceres el dado quedó olvidado sobre una mesa.

Hola, ¿alguien?

Tiempo más tarde llegó a mis manos un taladro manual. Vamos que me lo compré. Y con él la inspiración cósmica. Perforé el dado de punta a punta y lo demás fue cuestión de ir a una tienda de joyería a comprar cuatro piezas y listo. Bueno, tanto como “y listo” no; me gustaría destacar que este dado infernal ha destrozado tres brocas, que se dice rápido.
Para la presentación me bastó con una bolsa del muy mucho y unas gemas de acrílico que se pueden encontrar en cualquier chino proveedor asiático (para llenar la bolsa y crear intriga).


Sin más dilaciones, aquí tenéis el resultado final. A mí personalmente me satisface.

Con su presentación en bodegón y todo.

En manos cuello de su portadora.